viernes, 21 de junio de 2013





El cambio empieza con una sola persona, que obtiene el kit “huella rural”, compuesto por una maceta de tela ( lona reciclada ) octogonal que contiene 8 macetas más pequeñas, que funcionan como semilleros. Estos semilleros están hechos con turba, un material orgánico muy utilizado en la crianza de este tipo de hortalizas. Cada pequeña maceta tiene plantada una hortaliza diferente. Además el kit lleva unos clips identificadores para colocar en los buzones vecinales con la ilustración de cada una de las 8 hortalizas, las cuales son: tomate, judía verde, zanahoria, lechuga, coliflor, calabacín, acelga y col de bruselas ( cada una de ellas escogida específicamente por sus propiedades y habilidades creciendo en un ambiente urbano ).



















La persona que ha adquirido el kit ( el promotor ), reparte una maceta a cada vecino y empieza a cuidar la planta, haciendola crecer. Evidentemente, cada vecino está cultivando una hortaliza diferente, y todo el mundo lo sabrá por medio de los buzones, donde estará el clip identificador, con la ilustración correspondiente, colgada del buzón del vecino que la está cultivando. El sistema comienza cuando las hortalizas ya han dado sus primeros frutos, y se inicia el intercambio vecinal.
Los objetivos previstos son: Mejorar la comunicación y la relación entre vecinos de un mismo edificio y crear una cooperativa vertical, cultivar hortalizas en casa con el evidente beneficio que esto comporta, comer sano, sin aditivos ni pesticidas, crear una red vecinal de intercambio de hortalizas fomentando el intercambio como moneda única, promover la conciencia ecológica, sistema educativo que puede enseñar a muchos niños a cultivar y comer de una manera sana.


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